@C. Vidal / “Ha sido un desastre”, “no sabíamos por dónde había que ir” o “menuda chapuza” son sólo algunos de los comentarios que se pudieron escuchar una vez finalizada la Cursa Eivissa Patrimoni de la Humanitat, que tuvo que ser finalmente suspendida por problemas de señalización.

Los participantes de la Cursa Eivissa Patrimoni de la Humanitat, antes de la salida.
La carrera popular, sin duda, fue un caos. Este año, el Patronato d’Esports de Vila decidió cambiar el recorrido, en principio para dar más espectacularidad a la prueba. El resultado no fue el esperado. Los atletas se equivocaron de camino en más de una ocasión, alguna vez con peligro para su integridad, sobre todo cuando en Ignasi Wallis se encontraron con los coches de cara.
Algunos atletas, como José Antonio Planells o Daniel González, decidieron retirarse ante tanto despropósito. Otros, como Adrián Guirado, Óscar Santos y Javier López siguieron a lo suyo y, pese a algún contratiempo, llegaron a la línea de meta en ese orden y con una gran diferencia con respecto a los demás. Indre Barkute, por su parte, le ganó la partida a la talentosa Andrea Romero en categoría femenina.
Esas clasificaciones, sin embargo, se quedaron en nada una vez que los organizadores, por mediación de Felipe Serra, de la empresa Gestisport, y Agustín Perea, concejal de Deportes, que también participó en la carrera, anunciaron a todos los participantes la suspensión de la prueba.
“Queremos pedir disculpas a todos los corredores por los errores que hemos tenido en la señalización de la prueba. La carrera sénior queda anulada y nuestra intención es buscar fechas para repetir esta competición y hacerla bien”, afirmaron.
“Es normal que anulen la prueba, porque todos, más o menos, hemos hecho mal el recorrido. Esperemos que la próxima vez esté mejor organizada”, comentó Guirado, que se quedó con la miel en los labios y no pudo celebrar una nueva victoria en la Cursa Eivissa Patrimoni de la Humanitat. “Entre los pequeños túneles, subidas y bajadas, escalones, el suelo mojado y las dudas en el circuito, ha sido más una gymkana que una carrera de asfalto. Lo de la señalización ha sido un error, pero no pasa nada, porque ésto también se comete en las mejores competiciones del mundo”, reconoció, por su parte, el madrileño Javier López.
Las que no se anularon fueron las dos carreras para las categorías inferiores, tanto la benjamín, alevín y especial, de 680 metros, como la infantil y cadete, de 1.250 metros.


















