Quantcast
Channel: Noudiari.es
Viewing all articles
Browse latest Browse all 32558

‘Las crisis son unas brújulas’. Por Joan Escandell

$
0
0

@Noudiari/ En esta entrada me gustaría referirme y tratar de desarrollar una idea que quizás  socialmente, de acuerdo a algunas tendencias, discursos y creencias actuales, no es   compartida por todos, de acuerdo a las implicaciones que tiene y a lo que nos dice del   funcionamiento de la mente de las personas.

Es la cuestión de que el desarrollo del ser humano se da de una manera en la cual las crisis, los   momentos de ruptura, de sufrimiento, de necesidad, de reorientación, serían elementos maestros en   la dirección de nuestra vida hacia lo que vamos necesitando, que bien puede ir cambiando de   acuerdo a como vamos evolucionando como personas.

Los momentos de crisis, aunque dolorosos, vendrían a ser como los pliegues de nuestra vida, en   este caso momentos donde se concentran muchas cosas (algunas acaban, otras empiezan, se pierden   referencias, hay desorientación…), a menudo momentos muy dolorosos, pero cuya aparición no es   fruto del azar, sino que aparecen para que la persona que los sufre pueda hacer todo un trabajo de   indagación y cuestionamiento, y sobretodo de reorientación de aspectos importantes de la vida, para   ver de que manera y en que dirección continuar, modificar el rumbo…

En mi opinión, actualmente existe un énfasis en aspectos como el disfrute, el consumo, la falta de   límites respecto de lo que se podrá conseguir… que dan una idea de lo que se puede aproximar al   objetivo en la vida de las personas tiene que ver con experimentar el mayor placer posible, (casi sin   espacio para pensar) esto cada vez más asociado a la lógica del mercado, que nos va influenciando a   todos y marcando necesidades, deseos…

Pienso que este es solo un aspecto superficial de aquello que implicaría vivir de una manera   comprometida con nosotros mismos y con la vida misma. Para mi, un posicionamiento distinto, o   complementario, tiene que ver con poder plantearse y replantearse cuando sea necesario, las   grandes preguntas de la vida, aunque las respuestas no estén disponibles desde el primer momento,   y sobretodo, aunque estas respuestas nos tengan que hacer replantearnos y poner en cuestión cosas   importantes.

Pienso que de este trabajo de indagación se suele producir el hecho de que quizás descubramos que   no estamos tan conformes con cuestiones que nos vienen impuestas desde fuera y puede que   queramos desarrollar alguna perspectiva propia acerca de diferentes aspectos, incluso aunque pueda   parecer que no todo el mundo va a compartir estos posicionamientos propios o va a pensar igual.

Fruto también de este trabajo está la cuestión de si lo que estamos haciendo en la vida es lo que nos   hace felices y nos mueve. Podemos temer que la respuesta implique cambios que pensamos a priori   que van a ser dolorosos, pero precisamente estar en contacto con nuestro interior es lo que puede   darnos el margen para tratar de hacer el ajuste con la mayor creatividad posible y tratando de   integrar responsabilidades y compromisos con aquello que realmente deseamos y que nos mueve a   vivir y desear.

Tal vez un aspecto importante sea que cuando aparece el dolor, la angustia, el malestar, poder   plantearse que es necesario abrir y revisar aspectos (más o menos importantes, más o menos   generales) de nuestra vida, tomando estos síntomas dolorosos como brújula de que hay alguna cosa   que ya no está funcionando bien. Opino que el perseguir estos síntomas, tratar de aplastarlos o de   extirparlos (con medicaciones, técnicas para librarse de determinados pensamientos…), si bien   puede apaciguar de manera inicial a la persona o tranquilizarla de manera muy eficaz, nada nos dice   acerca de lo que interiormente está pasando, y no es descabellado pensar que lo que no ha podido   ser escuchado y tenido en cuenta aparezca de otras maneras en el futuro, que pueden ser más   complejas, e incluso más dolorosas.

Es por ello que ante el dolor, la perplejidad, la incertidumbre, la pérdida de sentido, la dificultad   para agarrarse a lo conocido que ha dejado de funcionar, que puede acontecer en los momentos de   crisis personal y vital, me parece muy importante poder acompañar a la persona para que ella   misma vaya siendo capaz de abrir todo aquello acerca de lo cual sea muy importante poder sentir y   pensar, aunque implique cambios, que seguramente proporcionarán lugares mejores para la vida que   en la etapa anterior.

Es cierto que a veces las crisis se presentan de una manera abrumadora, casi catastrófica, pero es   cierto también, que a menudo, sin predecirlo, controlarlo o esperarlo, podemos concluir tiempo   después, que una crisis dolorosa ha traído algo a nuestra vida que ha resultado y es fundamental, y   que tal vez no habríamos encontrado.

Joan Escandell. Psicólogo.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 32558

Trending Articles